
BLUR: The Ballad of Darren (2023)
Ocho años después de su satisfactorio último álbum de reunión (The Magic Whip), Blur ha producido un nuevo disco que tiene cierta emoción. Es un álbum que a menudo mira hacia atrás y que estará sonando el resto del año durante las giras de la banda.
El Darren del título es Darren «Smoggy» Evans, el guardaespaldas de Blur desde hace mucho tiempo, quien constantemente regañaba a Albarn para que terminara una demo de 2003 que ahora se ha convertido en The Ballad, una elegante pista de apertura. Goodbye Albert, de estilo David Bowie, oscila elegantemente, con Albarn lamentando el final de una amistad. Y en el centro del álbum está The Narcissist, el sencillo principal del álbum.

PAUL SIMON: Seven Psalms (2023)
El nuevo lanzamiento de Paul Simon, Seven Psalms, es tan descaradamente espiritual que ha llamado la atención de algunos, pero bajo la superficie de su música descubres que ha estado reflexionando sobre cosas más profundas durante años.
Durante la mayor parte del tiempo de ejecución de 33 minutos del proyecto, es solo el casi susurro de Simon y su guitarra acústica. El disco comienza y termina con campanas. La muerte es un tema constante aquí, aunque cualquier declaración que tenga que hacer al respecto se plantea como una serie de preguntas en estas letras a veces elípticas, a veces sencillas. La religión, ya sea como mito o como realidad, está especialmente en su mente.
Simon insiste en que no se trata de una colección de siete canciones, sino de una sola pieza de música acústica que se debe escuchar de principio a fin.

PJ HARVEY: I Inside the Old Year Dying (2023)
El álbum nuevo de Harvey bien valió la espera. Su carrera se ha caracterizado por una continua reinvención al estilo de Bowie y este es uno de sus mayores cambios tanto estructural como musicalmente. Este nuevo álbum sigue la vida de una joven, Ira-Abel Rawles, mientras navega por un camino espinoso desde la niñez hasta la adolescencia.
En comparación con sus últimos dos proyectos, I Inside… se siente más feliz y sereno. La voz de Harvey sigue siendo el punto focal de este disco, y la instrumentación dramática rara vez domina. Producido junto a sus frecuentes colaboradores John Parish y Flood, Harvey armó el álbum con una colección de grabaciones de campo, incorporando sonidos del bosque. A pesar de que el álbum explora nuevos terrenos tanto sonora como temáticamente, hay mucho para que los fanáticos de toda la vida adoren.











