Un día en mi vida con un beatle

Agradezco a quien corresponda -sea Dios, el Universo o la Matrix- por haberme hecho coexistir en el espacio temporal de los Beatles. Desde mi infancia en los años 60s han sido la banda sonora de mi vida y ciertamente han influenciado mis gustos musicales.

Ya después, en mi adolescencia durante los 70s el primer disco que compré fué su disco debut Please Please Me (1963), que adquirí cuando la banda ya se había separado, a instancias de los hermanos mayores de un compañero de colegio, que arengaban con «hay que escuchar a esta banda». Ese disco fué mi primer y disruptivo aporte a la colección que tenían en mi casa: música clásica, folklore uruguayo y argentino, y un poco de jazz.

Hago un fast forward medio siglo después.

Estoy, con 70 mil almas en un estadio, viendo en vivo por primera vez a Paul McCartney.

Este señor me llevó a recorrer mi propia historia, a través de las treinta y algo de canciones elegidas para esta noche en Buenos Aires.

No voy a hacer una crónica del show.

Tampoco tengo la habilidad de poder escribir acerca de las emociones que viví.

Solamente quería compartir que para quien esto escribe, algo muy importante aconteció.

P.D.: El espectáculo empezó con A Hard Day’s Night y terminó con los últimos versos de The End, la última canción grabada colectivamente por los cuatro Beatles, y es la canción final del álbum Abbey Road (1969).

And in the end / Y al final
The love you take / El amor que recibes
Is equal to the love you make / Es igual al amor que das


2 pensamientos en “Un día en mi vida con un beatle

  1. ¡Qué emocionante, Guxlar! Me alegro de ese disfrute de la música de los Beatles con McCartney, todo un privilegio. Para mí fue un momento especial ir a Liverpool hace unos años y, aparte de que hay un museo dedicado a ellos con mucho material personal, lo que más me gustó fue estar en The Cavern y cantar con otros visitantes algunas de sus canciones. ;Gracias por compartir esos momentos especiales!

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