«Ghost in the machine» es el cuarto álbum de estudio de The Police. Fue lanzado el 2 de octubre de 1981 por A & M Records. Las canciones fueron grabadas entre enero y septiembre de 1981 durante sesiones que tuvieron lugar en Air Studios de Montserrat y Le Studio en Quebec, Canadá, asistidos por el productor Hugh Padgham.

Después de haber hecho el álbum anterior «Zenyatta mondatta» en un plazo breve de cuatro semanas bajo la presión de la compañía discográfica para entregar un álbum al mercado, la banda había decidido aflojar un poco el ritmo de trabajo. Esta vez se pasó seis semanas en los estudios AIR en Montserrat, en el Caribe. Este álbum marcó un cambio de productor, de Nigel Gray que hizo los tres primeros discos de la banda hasta ese punto, al nuevo productor Hugh Padgham, más conocido por el sonido de batería que logró en trabajos de Peter Gabriel y Phil Collins. De hecho, para este disco, Padgham usó una técnica en la que la banda grababan juntos en habitaciones separadas de las instalaciones de los Estudios AIR: Andy Summers en el estudio principal con todos sus guitarras y amplificadores, Sting en la sala de control con su bajo directamente conectado a consola y Copeland en el comedor con sus tambores para conseguir una sensación «en vivo». Este método se repetirá para el siguiente disco. Fue el primer álbum de Police con un uso intensivo de los teclados y vientos.

Gran parte del material en el álbum fue inspirado por la obra de Arthur Koestler (Sting era un ávido lector de este autor), que también proporcionó el título, que fué la primera vez que la banda puso un titulo en inglés a un álbum.

El arte de la cubierta cuenta con una gráfica de dieciséis segmento que representa las cabezas de los tres miembros de la banda, cada uno con un estilo de pelo distintivo (de izquierda a derecha, Andy Summers, Sting con el pelo de punta, y Stewart Copeland con una franja); la banda fue incapaz de decidir sobre una fotografía a utilizar para la portada. El gráfico fue diseñado por Mick Haggerty.

El disco se abre con «Spirits in the material world», con los teclados dobladas sobre toques de guitarra de reggae hehcos por Summers. «Every little thing she does is magic» cuenta con piano, una fuerte vibración del Caribe, y un prolongado vocal en solitario al final. «Invisible Sun» es una mezcla de versos lentos, constantes, un coro grandilocuente, y varios solos de guitarra.